domingo, 8 de junio de 2008

Lobezno: Honor

Lobezno: La clave no está en ganar o perder, sino en luchar. Puede que nunca sepas lo que eres, o lo que quisieras ser, pero ¿cómo saberlo si no se intenta? Es temible, de acuerdo. Pero, ¿Cuál es la alternativa...? El estancamiento, la forma más terrible de morir... porque atañe al espíritu. Un animal sabe lo que es y lo acepta. Un hombre puede saber lo que es, pero pregunta, sueña, se esfuerza, cambia... aprende.

Editorial: Panini
PVP: 14,95 €
Guión: Chris Claremont
Dibujo:
Frank Miller
Entintado: Josef Rubinstein

Aprovechando que Panini ha rescatado esta gran historia de Lobezno (en su siempre excesivamente cara línea de Best of Marvel), me dispongo a comentarla por si consigo animar a alguien que no esté totalmente convencido de adquirirla, aunque yo tengo una edición mucho más asequible de Cómics Forum...

Retrocedamos en el tiempo hasta cuando la palabra "mutante" sólo se leía en Unncanny X-Men, cuando Lobezno sólo salía en Unncany X-Men y actuaba como saco de ostias, y cuando las chorradas de Bendis no habían afectado demasiado al Universo Marvel. En definitiva, retrocedamos a los buenos tiempos donde Chris Claremont encandilaba al lector con sus Hombres-X. Lobezno, ese pequeño psicópata con garras que solía recibir en todos los números una buena paliza, empezaba a abrirse un hueco en el corazón de los aficionados gracias a su rebeldía y ataques homicidas. Así que Claremont y Miller le dedicaron una serie limitada de cuatro números. Hubiera sido sencillo para ellos hacer la típica historia en la que Lobezno va destripando con sus garras a cualquiera que se ponga en su camino para acabar con un Lobezno triunfante y una lista de 400 o 500 bajas, pero decidieron hacer algo especial...

Tan especial como destrozar a Lobezno. Pero no físicamente, claro. Destrozarlo como duele de verdad, sin un factor de curación capaz de curar su alma, para tratar de recomponerse poco a poco, cambiando de forma definitiva durante el proceso. Tras esta serie limitada, Lobezno evolucionó. Por supuesto, si le tocaban mucho las pelotas, el animal que era resurgía, pero con esta historia consiguió una humanidad que le ha definido hasta el día de hoy.

Poco hay que decir sobre el guión... un Claremont en plena forma llenaba las viñetas con cuadros de texto sobre los cambiantes pensamientos de Lobezno, desde el ya clásico "soy el mejor en lo que hago" hasta auténticas reflexiones filosóficas sobre la vida. Pero la caída y posterior renacimiento de Lobezno no es un aburrido debate filosófico, no. Recordemos que es Lobezno, así que la sangre está garantizada. Y más si tiene como adversarios a los ninjas de La Mano, que no importa los que mate con sus garras porque siempre habrá más a los que matar...

¿Y el dibujo de Frank Miller? Bueno, pues en esta ocasión nos regala la vista con algunas escenas buenísimas como Lobezno acechando en las sombras por los callejones de Japón o unas intensas luchas contra ninjas de La Mano o el padre de Mariko. Y, además... ¡consiguió de alguna forma convencer a Claremont para que no metiera cuadros de texto en algunas escenas de acción!

Así que, si quereis descubrir al mejor mutante canadiense enano cuando no había sido quemado por Marvel haciéndolo aparecer en unas 50 series al mes y no os importa ser estafados por el formato BOM de Panini, este tomo es una muy buena elección.