viernes, 21 de septiembre de 2007

La Cosa

MacReady: Yo sé que soy humano. Y si todos fuerais esas cosas, entonces me habríais atacado ya, así que algunos de vosotros también sois humanos. Esta cosa no quiere mostrarse, sólo esconderse en una imitación. Luchará si es necesario, pero es vulnerable una vez se muestra. Si nos elimina, no tendrá más enemigos, nadie más a quien matar. Y entonces habrá ganado.


Título original: The Thing
Director: John Carpenter
Actores: Kurt Russell, David Clennon, Keith David
Año: 1982
Duración: 129 minutos (aproximadamente)
Trailer: http://us.videos.starmedia.com/video/iLyROoaftYtR.html

Antes de ver La Cosa, pensaba que Alien era lo mejor que se había hecho sobre extraños alienígenas ofuscados en matar humanos. Alien tenía naves espaciales, bichos espaciales y una tripulación intentando sobrevivir en algún lugar remoto del espacio... Luego vi La Cosa y tuve que cambiar de opinión...

Un campamento de investigación en la Antártida se encuentra con un ser extraterrestre con la alarmante capacidad de convertirse en réplicas de otros seres vivos (matándolos en el proceso). La criatura ha de matarlos y los humanos han de matarla a ella, para poder sobrevivir. Con esta sencilla premisa, John Carpenter creó uno de los espectáculos más horribles de la historia del cine, pero no horrible de malo. Horrible de claustrofóbico (la mayor parte del tiempo los protagonistas se encuentran en el interior de la base, ya que si están mucho rato fuera lo más probable es que mueran congelados), horrible de angustioso (la primera vez que la ves, no sabes quién es humano y quién es "portador" de la cosa, haciendo que sospeches de todos como buen paranóico) y horrible de asquerosa (cuando descubren a la cosa, el cuerpo humano se deforma y muta de las maneras más desagradables que puedas imaginar, y se ven cabezas con patas, estómagos con dientes y demás asquerosidades usando la ya olvidada técnica del slow motion).

Tristemente maltratada por la crítica en su momento (probablemente por coincidir el mismo año que E.T., una visión más agradable de seres extraterrestres, sin duda), el tiempo parece estar devolviéndola al sitio que se merece. Un mal llamado remake de El Enigma de Otro Mundo (por basarse en el mismo relato de ciencia ficción), La Cosa ha dejado varios elementos para la posteridad: el mítico personaje de Kurt Russell con su eterna barba, gafas de sol y botella de JB; las delirantes apariciones de La Cosa y uno de los finales más míticos del cine.

Hay que reconocer que otro de los elementos que consiguen crear la sobrecogedora atmósfera que envuelve a esta película (a parte del buen hacer del director y las asquerosas apariciones de la cosa) es la música del gran Ennio Morricone. Resulta tan inquietante como el no saber si al personaje que está hablando le va a explotar la cabeza para acabar con el otro interlocutor o si a ese tipo que parece muerto no le van a salir catorce patas y cuatro ojos y va a abalanzarse sobre la cámara...

Puede que la obsoleta técnica del slow motion y las sobradas del personaje de Russell provoquen la risa si se ve en compañía, pero en el frío salón por la noche sólo en casa no es tan divertido...

Batman: Año Uno


Bruce Wayne: Padre... me temo que esta noche voy a morir. He intentado ser paciente. He intentado esperar. Pero debo saberlo. ¿Cómo, padre? ¿Cómo lo hago? ¿Qué puedo usar... para asustarles? Si toco esta campana, Alfred vendrá. Podrá detener la hemorragia. Es otro de tus regalos, padre. Tengo riqueza. La mansión familiar reposa sobre una enorme cueva que será el cuartel general perfecto... un mayordomo formado en medicina de combate... sí, padre. Lo tengo todo menos paciencia. Prefiero morir... que esperar... una hora más. He esperado dieciocho años...

Editorial: Norma
PVP: 12 €
Guión: Frank Miller
Dibujo: David Mazzucchelli
Entintado: ¿David Mazzucchelli?

Recuerdo que, hace algunos años, conversaba con un amigo sobre este Año Uno. A él le parecía una genialidad mientras que a mi no me llamaba demasiado la atención. "Ya crecerás y sabrás apreciarlo", me decía. Y creo que ya he crecido. Año Uno nos muestra los pasos de un primerizo Bruce Wayne intentado ser Batman, pero también las primeras andanzas del, por aquel entonces, Teniente Gordon que acaba de ser trasladado a la comisaría de Gotham City. Me di cuenta el otro día que el tercer personaje al que no hace referencia el título es la propia ciudad de Gotham, cuando los excéntricos psicópatas que suele atraer Batman aún no sembraban el terror por sus calles. Sin embargo, la ausencia de estos enfermos no parece hacerla menos peligrosa...

Ni siquiera me parece un cómic de superhéroes. Me resulta más parecido a un drama en el que dos personas, Bruce Wayne (una especie de psicópata en potencia) y Jim Gordon (un hombre con su propio viacrucis personal), intentan hacer lo que consideran correcto según su propio punto de vista rodeados de una cantidad de escoria que hace que su encuentro sea inevitable...

Con una naturalidad y agilidad propia del Frank Miller de sus mejores tiempos (nada que ver con los delirios de grandeza que parece sufrir hoy en día...), vamos viendo los progresos de Bruce Wayne y Jim Gordon en sus respectivos "trabajos" hasta llegar a la página final, donde Gordon espera en la azotea a su nuevo "amigo" para hablarle de un nuevo problema que ha surgido en su ciudad (simplemente, uno de los mejores finales que he leído nunca).

Unos cuantos secundarios (Catwoman, Harvey Dent...) nos hacen pensar de vez en cuando que seguimos en un cómic de "superhéroes", pero no durante demasiado tiempo: la obsesión de Bruce Wayne (expresada fríamente en primera persona) y la humanidad (para bien y para mal) de Gordon consiguen una tensión y una sensación de realidad que no se ven en demasiados cómics de superhéroes. Y, si aún hay alguna duda, sólo hay que mirar unas cuantas viñetas. No hay hombres con músculos imposibles por cada 3 cm de carne. Ni mujeres con atributos que las obligarían a arrastrarse por los suelos debido a la fuerza de la gravedad. Mazzucchelli dibuja lo correcto en cada viñeta, sin excesos, con escenas brillantes como la interrupción en la casa del alcalde o la escaramuza con la policía en el edificio abandonado.

Hay rumores de que Planeta va a sacar Año Uno en su formato Absolute, por si no has conseguido esta edición de Norma o la que sacó Planeta hace poco en el coleccionable de Batman (y al increible precio de 1 €). Miller ha escrito tan bien el comienzo (con este Año Uno) y el final de Batman (con El Regreso del Señor de la Noche, mejor olvidar lo de El Señor de la Noche Contraataca, por favor...), que muchas veces te planteas si vale la pena leerse todo lo que hay entre ambos...