jueves, 26 de mayo de 2011

All Star Superman

Clark Kent: …Les diré cómo me has ayudado, y cómo has sofocado el motín… Lex, sé que no eres del todo malo…
Lex Luthor: Siempre me has caído bien, Kent. Eres un humano humilde, modesto y descoordinado. Eres todo lo que él no es. Pero sólo eres un arma más en mi guerra contra Superman. Mira con qué facilidad hago que uno no se pueda fiar de ti, ni de tu periódico ni del sistema penal. “…Y entonces, el inimitable Lex Luthor abrió el suelo y le estrechó la mano a un babuino disfrazado de Superman…”. Buenas, Leopold.
Leopold: {Raark}. {Hrrauuf}.

Editorial: Planeta DeAgostini
Guión: Grant Morrison
Dibujo: Frank Quitely
Nº de páginas: 304
PVP: 20 €


A estas alturas nadie puede dudar de que Grant Morrison es un guionista especial. Da igual si te entran arcadas cada vez que oyes su nombre o, al contrario, sientes una excitación inusual cuando estás a punto de leer alguna obra escrita por él. Hay que reconocer que se ha de ser especial para producir sentimientos tan extremos sin posibilidad de término medio. Yo, que caí en sus garras con sus New X-Men, no tenía ninguna duda en situarlo en el olimpo de los mejores: New X-Men, Animal Man, Doom Patrol, etc. son razones más que suficientes para ello. Sin embargo, nunca creí que ni siquiera él consiguiera que hiciera lo impensable: comprarme un cómic de Superman, y que me gustara. Personalmente, es un personaje que nunca me ha atraído. Los guionistas necesitan excusas y chorradas argumentales para impedir que el hijo favorito de Krypton no acabe la aventura de turno en tres o cuatro páginas. No es que no me emocionara cuando cogió el escudo del Capi y el Mjolnir en el JLA/Vengadores o que no disfrutara con su batalla contra Magedón, pero simplemente no es santo de mi devoción. Aunque puede que sea esta la razón de que me guste esta obra.


Lo que nos ofrece Morrison en su All-Star Superman es la historia de Superman, separada de la continuidad del personaje pero con constantes referencias a ella. Así, nos encontramos con todo lo que ha envuelto a Superman a lo largo de su historia (Smallville, Doomsday, la Zona Fantasma, Lex Luthor, Mundo Bizarro, etc.) pero como nunca antes lo habíamos visto; puede que esto sea, probablemente, lo que más moleste a los fans acérrimos del personaje. Lo que más me ha sorprendido a mí, en mi humilde opinión, es la habilidad con la que Morrison ha creado una impresionante obra de ciencia-ficción en la que nos habla de devoradores de soles, paradojas temporales, realidades dentro de realidades o las fuerzas primordiales del Universo con la excusa de contar una historia de Superman.


Como era de esperar, hay dos personajes destacados en la trama que brillan con luz propia. Kal-El, por supuesto, el ser superpoderoso con mentalidad de paleto de Kansas que confía más en las capacidades del ser humano que el propio ser humano y, sin lugar a dudas, el genio inigualable de Lex Luthor. Su presencia puede rastrearse a lo largo de toda la historia, pero es su histrionismo en las apariciones más directas lo que marca la diferencia. Porque hay que reconocer que alguien cuya inteligencia sólo puede compararse a la sensación de impotencia que el produce alguien como Superman sólo puede comportarse ante el resto del mundo como lo muestra Grant Morrison.


Los dibujos del tomo corren a cargo de un colaborador habitual de Morrison, Frank Quitely (entintado por Jamie Grant). Generador de opiniones tan dispares como las que inspira Morrison, sin ser de mi agrado y con el dudoso honor de ser uno de los que dibuja a las mujeres más feas del cómic (actual o anterior, da igual), aporta a la narración unos diseños de página elegantes y bastante clásicos, con pocas transgresiones ni rupturas de viñeta. Incluso voy a reconocer, sin que sirva de precedente, que encuentro guapa a Lois Lane en algunas viñetas…


La edición la completan unos artículos introductorios a cargo de Bob Schreck (Editor DC) y Mark Waid, que no conviene leer hasta haber acabado el cómic porque contienen “demasiada” información, breves biografías de los autores y un “Checklist” con las obras relacionadas con Superman publicadas por Planeta. Tanto si eres fan del Hombre de Acero como si no, ames u odies a Morrison y/o a Quitely, seas aficionado o no a la ciencia-ficción, estamos ante una obra auto-conclusiva, entretenida y altamente recomendable que no dejará indiferente a mucha gente, por no decir a todo el mundo.