viernes, 21 de septiembre de 2007

La Cosa

MacReady: Yo sé que soy humano. Y si todos fuerais esas cosas, entonces me habríais atacado ya, así que algunos de vosotros también sois humanos. Esta cosa no quiere mostrarse, sólo esconderse en una imitación. Luchará si es necesario, pero es vulnerable una vez se muestra. Si nos elimina, no tendrá más enemigos, nadie más a quien matar. Y entonces habrá ganado.


Título original: The Thing
Director: John Carpenter
Actores: Kurt Russell, David Clennon, Keith David
Año: 1982
Duración: 129 minutos (aproximadamente)
Trailer: http://us.videos.starmedia.com/video/iLyROoaftYtR.html

Antes de ver La Cosa, pensaba que Alien era lo mejor que se había hecho sobre extraños alienígenas ofuscados en matar humanos. Alien tenía naves espaciales, bichos espaciales y una tripulación intentando sobrevivir en algún lugar remoto del espacio... Luego vi La Cosa y tuve que cambiar de opinión...

Un campamento de investigación en la Antártida se encuentra con un ser extraterrestre con la alarmante capacidad de convertirse en réplicas de otros seres vivos (matándolos en el proceso). La criatura ha de matarlos y los humanos han de matarla a ella, para poder sobrevivir. Con esta sencilla premisa, John Carpenter creó uno de los espectáculos más horribles de la historia del cine, pero no horrible de malo. Horrible de claustrofóbico (la mayor parte del tiempo los protagonistas se encuentran en el interior de la base, ya que si están mucho rato fuera lo más probable es que mueran congelados), horrible de angustioso (la primera vez que la ves, no sabes quién es humano y quién es "portador" de la cosa, haciendo que sospeches de todos como buen paranóico) y horrible de asquerosa (cuando descubren a la cosa, el cuerpo humano se deforma y muta de las maneras más desagradables que puedas imaginar, y se ven cabezas con patas, estómagos con dientes y demás asquerosidades usando la ya olvidada técnica del slow motion).

Tristemente maltratada por la crítica en su momento (probablemente por coincidir el mismo año que E.T., una visión más agradable de seres extraterrestres, sin duda), el tiempo parece estar devolviéndola al sitio que se merece. Un mal llamado remake de El Enigma de Otro Mundo (por basarse en el mismo relato de ciencia ficción), La Cosa ha dejado varios elementos para la posteridad: el mítico personaje de Kurt Russell con su eterna barba, gafas de sol y botella de JB; las delirantes apariciones de La Cosa y uno de los finales más míticos del cine.

Hay que reconocer que otro de los elementos que consiguen crear la sobrecogedora atmósfera que envuelve a esta película (a parte del buen hacer del director y las asquerosas apariciones de la cosa) es la música del gran Ennio Morricone. Resulta tan inquietante como el no saber si al personaje que está hablando le va a explotar la cabeza para acabar con el otro interlocutor o si a ese tipo que parece muerto no le van a salir catorce patas y cuatro ojos y va a abalanzarse sobre la cámara...

Puede que la obsoleta técnica del slow motion y las sobradas del personaje de Russell provoquen la risa si se ve en compañía, pero en el frío salón por la noche sólo en casa no es tan divertido...

Batman: Año Uno


Bruce Wayne: Padre... me temo que esta noche voy a morir. He intentado ser paciente. He intentado esperar. Pero debo saberlo. ¿Cómo, padre? ¿Cómo lo hago? ¿Qué puedo usar... para asustarles? Si toco esta campana, Alfred vendrá. Podrá detener la hemorragia. Es otro de tus regalos, padre. Tengo riqueza. La mansión familiar reposa sobre una enorme cueva que será el cuartel general perfecto... un mayordomo formado en medicina de combate... sí, padre. Lo tengo todo menos paciencia. Prefiero morir... que esperar... una hora más. He esperado dieciocho años...

Editorial: Norma
PVP: 12 €
Guión: Frank Miller
Dibujo: David Mazzucchelli
Entintado: ¿David Mazzucchelli?

Recuerdo que, hace algunos años, conversaba con un amigo sobre este Año Uno. A él le parecía una genialidad mientras que a mi no me llamaba demasiado la atención. "Ya crecerás y sabrás apreciarlo", me decía. Y creo que ya he crecido. Año Uno nos muestra los pasos de un primerizo Bruce Wayne intentado ser Batman, pero también las primeras andanzas del, por aquel entonces, Teniente Gordon que acaba de ser trasladado a la comisaría de Gotham City. Me di cuenta el otro día que el tercer personaje al que no hace referencia el título es la propia ciudad de Gotham, cuando los excéntricos psicópatas que suele atraer Batman aún no sembraban el terror por sus calles. Sin embargo, la ausencia de estos enfermos no parece hacerla menos peligrosa...

Ni siquiera me parece un cómic de superhéroes. Me resulta más parecido a un drama en el que dos personas, Bruce Wayne (una especie de psicópata en potencia) y Jim Gordon (un hombre con su propio viacrucis personal), intentan hacer lo que consideran correcto según su propio punto de vista rodeados de una cantidad de escoria que hace que su encuentro sea inevitable...

Con una naturalidad y agilidad propia del Frank Miller de sus mejores tiempos (nada que ver con los delirios de grandeza que parece sufrir hoy en día...), vamos viendo los progresos de Bruce Wayne y Jim Gordon en sus respectivos "trabajos" hasta llegar a la página final, donde Gordon espera en la azotea a su nuevo "amigo" para hablarle de un nuevo problema que ha surgido en su ciudad (simplemente, uno de los mejores finales que he leído nunca).

Unos cuantos secundarios (Catwoman, Harvey Dent...) nos hacen pensar de vez en cuando que seguimos en un cómic de "superhéroes", pero no durante demasiado tiempo: la obsesión de Bruce Wayne (expresada fríamente en primera persona) y la humanidad (para bien y para mal) de Gordon consiguen una tensión y una sensación de realidad que no se ven en demasiados cómics de superhéroes. Y, si aún hay alguna duda, sólo hay que mirar unas cuantas viñetas. No hay hombres con músculos imposibles por cada 3 cm de carne. Ni mujeres con atributos que las obligarían a arrastrarse por los suelos debido a la fuerza de la gravedad. Mazzucchelli dibuja lo correcto en cada viñeta, sin excesos, con escenas brillantes como la interrupción en la casa del alcalde o la escaramuza con la policía en el edificio abandonado.

Hay rumores de que Planeta va a sacar Año Uno en su formato Absolute, por si no has conseguido esta edición de Norma o la que sacó Planeta hace poco en el coleccionable de Batman (y al increible precio de 1 €). Miller ha escrito tan bien el comienzo (con este Año Uno) y el final de Batman (con El Regreso del Señor de la Noche, mejor olvidar lo de El Señor de la Noche Contraataca, por favor...), que muchas veces te planteas si vale la pena leerse todo lo que hay entre ambos...

lunes, 6 de agosto de 2007

Predicador


Tulip: ¿Aquí es donde vas a empezar a buscarle, Jesse?
Predicador: Tanto da Texas como otro lugar.
Cassidy: ¿Ah, sí?
Tulip: ¿Dónde buscarías tú?
Cassidy: No sé. Conocí a un tipo que juraba haber visto a Dios, pero le encerraron por joder espásticos en las órbitas oculares. Llevaba sombrero de copa...
Tulip: ¿Y tu ojo en la punta de su polla?
Cassidy: ¡Heh!
Tulip: Dicen que Dios está en dos sitios: en la iglesia y en el fondo de una botella.
Predicador: Pues iré a buscar una licorería... porque te aseguro que en la iglesia no.

Editorial: Planeta DeAgostini
PVP: 3,5 € (cada tomo, de momento)
Guión: Garth Ennis
Dibujo: Steve Dillon
Entintado: ¿Steve Dillon?

Imagina que eres un predicador. Imagina que se te concede un poder tan grande que rivalizas con el de Dios. Piensa ahora que descubres que Dios ha dejado su puesto y ha abandonado a la humanidad que creó. ¿Crees que ya sabes cómo es Predicador? Pues seguro que te equivocas... La serie que lanzó a la fama a Garth Ennis es algo que no se puede imaginar. La búsqueda de Dios que emprende el reverendo Jesse Custer, más física que espiritual, es algo que no puede describirse con palabras. Violencia, humor, crítica social, violencia, grandes personajes, John Wayne, violencia, frases lapidarias, humor negro, violencia...

De entrada, el argumento es bastante sencillo: un predicador descubre que Dios ha "abandonado" su puesto y a su creación, así que decide buscarlo para pedirle explicaciones tras recibir un poder que le permitirá hacerlo. Pero aquí es donde interviene la maestría de Ennis, haciendo que el predicador y sus amigos se muevan por toda América y parte del resto del mundo, criticando mediante situaciones y personajes todo lo que va mal en el mundo. Según el propio Ennis, pretendía hacer un westren en cómic. Y se nota en muchos de los protagonistas, la ambientación y las situaciones. Pero, afortunadamente, le salió algo más grande, mucho más grande...

Habrá momentos en los que te reirás, otros en los que te asquearás, muchos en los que te estarás riendo de alguna atrocidad para preguntarte luego cómo puedes reirte de tal barbaridad, incluso habrá momentos en los que te pararás a pensar sobre lo que acabas de leer... pero lo que no harás será aburrirte.

Predicador es una gran historia de amor (entre Jesse y Tulip) de las que no se olvidan. Predicador es un gran cómic de acción (entre el Santo de los Asesinos, el Grial y el pasado de Jesse y Cassidy hay más tiroteos que en toda la saga de Rambo). Predicador también es un gran western (Jesse Custer es el vaquero protagonista de los westerns, pero por si acaso también tenemos a El Santo de los Asesinos, a John Wayne, el Gran Cañón e incluso el Álamo). Predicador es una gran intriga (el pasado de Jesse, Cassidy, ¿dónde está Dios?, El Grial). Predicador es un cómic donde aparecen algunos de los mejores personajes de todos los tiempos (Cassidy, Caraculo, Herr Starr, Tulip...). Predicador es violencia gratuita y exagerada (disparos a la cabeza, desmembramientos, descuartizamientos, peleas de bar, patadas en las pelotas)... Predicador es tantas cosas que no podría ennumerarlas todas. Ni falta que hace.

Un golpe de aire fresco en un asfixiado 1995, el mundo del cómic recuerda Predicador de diversas formas: una genialidad de un genio, una sobrada de un patán o incluso un intento de aprovechamiento de las ansias violentas que se acentuaron en la década de los 90. Sea lo que sea, la búsqueda de Jesse Custer es uno de los mayores entretenimientos que ha dado de sí el mundo del cómic. El valor teológico, escatológico o violento que le dé la gente tras leerlo es cosa de cada uno.

Sólo quisiera destacar tres cosas. Primero, la impresionante labor de Steve Dillon, dotando a los protagonistas de una expresividad que sólo he visto en los dibujos del mítico Kevin Maguire (poniendo más fondos que éste, por cierto). Segundo, el maravilloso personaje de Cassidy. Es el único que evoluciona en los 66 números de la colección. Bueno, igual más que evolucionar va dando tumbos, pero es realmente impresionante (si creeis que es un "hijoputa", en sus propias palabras, al principio...). Y, por último, todas esas magníficas referencias al western (John Wayne, El Santo de los Asesinos, El Gran Cañón, El Álamo, Predicador...). Para un aficionado al western como yo, es todo un cúmulo de referencias.

Si perdiste la oportunidad de disfrutar de este clásico moderno, Planeta DeAgostini lo ha empezado a reeditar hace poco en tomos semanales. Déjate llevar de la mano del Predicador por un viaje increible, aunque a veces acabes algo traumatizado y lo sueltes. Acabarás por volverte a enganchar...

Caballero sin espada


Jeff Smith: Supongo que esto sólo es otra causa perdida, Sr. Paine. Ninguno de ustedes sabe sobre causas perdidas. El Sr. Paine sí. Él dijo una vez que eran las únicas causas por las que valía la pena luchar, y luchó por ellas en el pasado por la única razón por la que un hombre lucha. Por un plan simple, por una sencilla regla: "ama a tu vecindad" y en este mundo de hoy, lleno de odio, un hombre que conoce una regla sabe una gran verdad. Usted conocía esa regla, Sr. Pain, y yo le quería por ello, como le quería mi padre. Y sabe que se lucha más fuerte por las causas perdidas que por cualquier otra. Sí, usted incluso habría muerto por ellas, como un hombre que ambos conocemos, Sr. Pain. Usted cree que estoy cansado. Todos creen que estoy cansado. Bien, no estoy cansado y voy a permanecer aquí y voy a luchar por esta causa perdida aunque esta sala se llene de mentiras como esas, y todos los Taylors y sus ejércitos marchen por este lugar. Alguien me escuchará! Alguien...

Título original: Mr. Smith goes to Washington
Director: Frank Capra
Actores: James Stewart, Jean Arthur, Claude Rains, Edward Arnold
Año: 1939
Duración: 129 minutos (aproximadamente)
Trailer: http://www.movie-list.net/classics43007/mrsmithgoestowashington.mov

Puede que algunas personas la consideren una americanada tradicional en el cine, tal vez por el recorrido turístico y los ideales míticos que desprende el personaje de James Stewart, pero en realidad esta película es una bofetada en toda regla (por no decir una patada a la entrepierna) al sistema americano. Con un final feliz (si no, claro, no sería Capra), la historia de un idealista americano que es elegido a dedo como senador para que pueda ser fácilmente manipulado hasta que se da cuenta de la verdad, sirvió para realizar un análisis sobre la corrupción en el mitificado senado americano. La manipulación de los periódicos, la elección a dedo de cargos civilies, el desprecio por las masas, la diferencia entre el ideal y la realidad... todo tiene cabida en esta maravillosa película, y lo preocupante es ver que todos estos problemas ya estaban presentes en 1939...

Una de las mejores actuaciones de James Stewart, aunque habría que aclarar que no he visto ninguna que fuera mala, haciendo de tonto idealista en los primeros tramos del film y de acalorado luchador en el épico final intentando que le escuchen. Si bien puede llevar él sólo la película, el buen hacer de los secundarios sirvió sin duda para hacerla aún mejor, destacando el papel de Claude Rains sobre el resto por ser el único que le presenta un fugaz duelo interpretativo...

Nada de explosiones, ni tiros, ni muertes. Sólo un hombre contra el sistema, con la palabra como única arma y la creencia en sus razones. Curioso y significativo es que la persona que le abra los ojos al idealista sea un personaje totalmente desencantado con el sistema y, sin embargo, sea éste mismo el que le impida a Smith convertirse en un desencantado como él.

El grandioso final, con Smith enfrentado a todos los senadores de Estados Unidos, es uno de los momentos más grandes del cine: veintitrés horas sin dejar de hablar para que no le quiten la palabra frente a unas personas que no quieren escucharle, aunque haya alguien que no tendrá más remedio que escuchar... Un final, en definitiva, más apasionante y vibrante que la inmensa mayoría de "películas de acción" con las que nos bombardean últimamente...

Ya no se hace cine como este. Lamentablemente, la parodia de Los Simpson (en ese capítulo donde Mel Gibson hace un remake de Caballero Sin Espada donde acaba atravesando al presidente con la bandera americana) ejemplifica a lo máximo que se puede aspirar hoy en día si se hiciera un remake de esta impresionante historia. La democracia mancillada por la propia democracia y salvada al final por ella misma, todo en 129 minutos de blanco y negro gracias a la dirección de un mito del cine... Algunos la llamarán americanada, otros infantil, incluso alguien se atreverá a decir que es aburrida; yo sólo diré que esto es cine...

lunes, 9 de julio de 2007

Apocalypse Now (Redux)


Kurtz: He visto un caracol, se deslizaba por el filo de una navaja, ese es mi sueño, más bien mi pesadilla: arrastrarme, deslizarme por todo el filo de una navaja de afeitar, y sobrevivir.

Título original: Apocalypse Now
Director: Francis Ford Coppola
Actores: Marlon Brando, Martin Sheen, Robert Duvall, Laurence Fishburne
Año: 1979
Duración: 202 minutos (aproximadamente)
Trailer: http://www.kewego.es/player/?csig=iLyROoaftYvK&sig=iLyROoaftYgn

Varias "leyendas urbanas" se cuentan sobre esta película: que Martin Sheen estaba totalmente borracho en la escena inicial, que los cadáveres del campamento de Kurtz eran reales (comprados a una guerrilla), el uso de drogas y/o alcohol por parte de la mayoría del reparto... Pero ninguna ha podido eclipsar a la propia película: un viaje onírico en un bote que transforma a todos y cada uno de sus ocupantes hasta llegar a su destino final.

El Coronel Kurtz, condecorado oficial del ejército norteamericano, parece haber enloquecido. Asesina a tres supuestos espías y se esconde con sus seguidores en Camboya. El ejército americano, en plena guerra de Vietnam, no puede permitir ese comportamiento y decide enviar al capitán Willard a asesinarlo, aunque para ello deba atravesar Vietnam. En este marco despliega Coppola todo su talento para mostrarnos una impresionante crítica a la guerra de Vietnam en particular y al ejército en general. El capitán Willard va encontrándose con una colección de personas y situaciones (Killgore y su séptimo de caballería, la inspección de la embarcación vietnamita, el puesto abandonado, el último reducto francés o la parte americana del último puente) que, al igual que él mismo o Kurtz, son producto del ejército. Cuestionándose en todo momento las órdenes recibidas, llegará al campamento de Kurtz sin saber que hará: cumplir su misión o unirse a él.

Con un ritmo pausado, pero no lento, se nos va describiendo el horror y la locura que impera en todo conflicto bélico. Llevados de la mano por las delirantes observaciones grabadas en cinta de Kurtz y las reflexiones de Willard, pasaremos por bellas escenas en la jungla donde el director de fotografía les hacía esperar horas al reparto hasta que la iluminación natural fuera la adecuada, y tiroteos frenéticos contra no se sabe muy bien quién mientras la locura de la guerra se va apoderando de los protagonistas. Hasta llegar al final del viaje, donde un crepuscular Marlon Brando ayudará a Willard a tomar una decisión...

Un reparto que lo hace muy bien, momentos de humor y locura (como Killgore y su Séptimo de Caballería), escenas brillantes y un impresionante Marlon Brando con unos diálogos aterradores forman una de las mejores películas bélicas de todos los tiempos (sin exagerar), acompañada de temas de los Rolling Stones o The Doors. Un descenso a los infiernos orquestado por un impresionante Francis Ford Coppola. Imprescindible...

viernes, 6 de julio de 2007

Punisher/Batman: Deadly Knights


Batman: Como vuelvas por aquí, te encerraré con los otros asesinos en Blackgate. O quizá Arkham te vaya mejor.
Punisher: ¿Sabes? Ese idiota de la risa y tu os mereceis el uno al otro (...). Odio Gotham...

Editorial: Comics Forum
PVP: 625 ptas.
Fecha: Enero 1995
Guión: Chuck Dixon
Dibujo: John Romita Jr.
Entintado: Klaus Janson

Ambos personajes tenían un origen bastante parecido: la familia de Frank Castle fue asesinada durante un tiroteo, mientras que la familia de Bruce Wayne moría a manos de un ladrón. Sus ganas de vengarse (o de justicia, a saber a estas alturas...) les llevaron a combatir el crimen. Ambos son temidos por los criminales, y ninguno de los dos tiene superpoderes. Pero aquí acaban las semejanzas. Batman detiene a sus enemigos o los encierra, Punisher los mata. Así que era inevitable que se "juntaran" en algún crossover entre editoriales...

El problema fue que cuando hicieron el crossover Batman no era Bruce Wayne sino un burdo imitador cuyo nombre no quiero recordar. Así que el primer cruce entre estos personajes, Batman/Punisher: Lake of Fire, no fue lo que tenía que haber sido. Por suerte el guionista Chuck Dixon, que por aquel entonces era uno de los mejores escritores de cómic de acción, decidió volverlos a juntar por primera vez. Y si hay que quitarse el sombrero ante un guión que parece muchas veces una película de acción (no de las de ahora, claro, sino de los gloriosos 80), tampoco se puede dejar de babear con algunas de las mejores páginas que ha dibujado el ya por aquel entonces consagrado John Romita Jr. con la inestimable ayuda de uno de sus mejores entintadores, si no el mejor, Klaus Janson.

El Punisher matando mafiosos en Gotham, los mafiosos intentando matar al Punisher, el Joker intentando matarlos a todos, Puzzle procurando que nadie le toque la cara, Batman en medio de todos a puñetazo limpio, el duelo entre Robin y Microchip... Lo único malo es que sean sólo 48 páginas.

Antológico final bajo la lluvia con un Dixon y un Romita Jr. en su mejor momento. Que tiempos aquellos en los que los héroes se pegaban entre ellos sólo porque se caían mal y no por no se qué historia de registrarse...

jueves, 5 de julio de 2007

Grupo Salvaje


Thornton: Dígame, señor Harrigan. ¿Cómo se siente al cobrar por ello? ¿Cobrar por sentarse y alquilar a unos asesinos, amparado por la ley? ¿Cómo se siente al tener la maldita razón?
Harrigan: Bien
Thornton: ¡Sucio hijo de perra!
Harrigan: Tiene treinta días para coger a Pike, o treinta días para volver a Yuma. Usted es ahora mi Judas, señor Thornton. Los quiero a todos aquí, sin vida sobre una silla de montar...

Título original: The Wild Bunch
Director: Sam Peckinpah
Actores: William Holden, Ernest Borgnine, Robert Ryan, Edmond O'Brien, Warren Oates, Jaime Sánchez
Año: 1969
Duración: 145 minutos (aproximadamente)
Trailer: http://trailers.warnerbros.com/web/play.jsp?trailer=wild_bunch_trailer

Asesinos, ladrones, perdedores... todos buenos calificativos para la banda de delincuentes que encabeza Pike Bishop, un puñado de inadaptados que deben pasar la frontera hacia México debido a la creciente presión de la compañía ferroviaria... Una violenta y dura historia que, sin embargo, consigue que el espectador simpatice con los protagonistas sin dejar de mostrárnoslos como mala gente.

Para muchos (entre los que me incluyo) es la mejor obra de Sam Peckinpah. Consiguió transmitir tantas sensaciones en esta película que el estallido de violencia final es recordado como un momento realmente poético. Nada más empezar, nos muestra el lado más despreciable de los protagonistas para que lo olvidemos durante el resto de la película, pero recordándonos al final de lo que son capaces de hacer...

Dirigida de forma brillante y apoyada por un reparto espectacular (destacaría, si acaso, al gran Ernest Borgnine), la sucesión de diálogos llenos de matices filosóficos y acción pura nos van sumergiendo en el pasado y presente del grupo salvaje, preparándonos sin que nos demos cuenta para el glorioso final. Aunque tenga momentos de humor, sobretodo en la parte de la película que intenta humanizar al grupo, toda la historia rebosa de la melancolía y la amargura que tan bien usó Peckinpah en el resto de sus films, lo que ayuda a aceptar el final como el único posible (y magistral).

Por supuesto, no es una película sólo para amantes del western. Es la triste historia de unos hombres incapaces de cambiar con el tiempo, que se extinguen por no saber (o no querer) evolucionar. También hay tiroteos y caballos, e incluso un asalto a un tren, pero no es un western. Es un interesante drama que merece ser escuchado. Y Peckinpah un gran director (y alcohólico) al que se le debería agradecer obras maestras como ésta.

martes, 3 de julio de 2007

Bullseye: Grandes Éxitos

Bullseye: ...En vez de lavabo tengo un agujerito en el suelo, lo que sería un problema si no fuera porque me mantienen con una dieta líquida... y muchos laxantes. Tienen miedo de que tenga un sólo movimiento intestinal sólido y pueda matar a alguien con él. Y lo haría... aunque sólo fuera para poder decir que lo he hecho. Yo soy así.

Editorial: Panini Comics
PVP: 10,5 €
Fecha: Noviembre 2006
Guión: Daniel Way
Dibujo: Steve Dillon
Entintado: Varios

Si alguien espera de este cómic bonitas fábulas a lo Sandman o complejas historias trascendentales como las de Alan Moore, a parte de estar un poco desorientado le recomendaría que buscase en otra parte... En este tomo sólo encontrará cachondeo, humor negro y Bullseye, nada más.

La historia arranca con un Bullseye (el archienemigo de Daredevil) encerrado en una prisión de máxima seguridad y dos federales que van a interrogarle para que les diga dónde escondió un par de cabezas nucleares. Con esta sencilla premisa nos lanzan a un breve repaso por la vida del temible asesino, desde su infancia hasta la actualidad. El guionista Daniel Way nos recuerda al Grath Ennis más cachondo, con un humor negro y sobradas a la altura de sus primeros números en Punisher, mientras que el dibujante Steve Dillon nos da nuevas muestras de su excelente trabajo: gestos, muecas, miradas...

Los recuerdos de Bullseye nos devuelven momentos clásicos como la muerte de Elektra o su obsesión con Daredevil, pero desde el enfermo punto de vista del protagonista, y nos trae episodios inéditos como su primer asesinato o su primer encuentro con El Castigador (preludio a la aún inédita Bullseye/Punisher...), mientras que las conversaciones entre sus carceleros y él van acercando al lector hacia el previsible (aunque con alguna sorpresa que otra) final.

Y éste es uno de los aciertos de este cómic: todo es previsible, sabes exactamente quién va a morir y que Bullseye escapará al final, pero no puedes evitar reirte con las historias que cuenta Bullseye o su menosprecio por el resto de seres humanos. Un cómic para entretener y pasar el rato, que no pasará a la historia como una obra maestra pero permanecerá en el recuerdo de los que lo lean por su simpatía y cachondeo. Eso sí, que los incondicionales del personaje no esperen una carnicería detrás de otra porque tiene un ritmo más pausado, recordad que está encerrado a lo Hannibal Lecter, y las escenas de acción corresponden a sus recuerdos. A mi me ha dejado impaciente por ver el Bullseye vs Punisher, con el mismo equipo creativo...

viernes, 29 de junio de 2007

Toro Salvaje


Jake La Motta:
Eras tú, Charley. Tú eras mi hermano. Deberías haber cuidado de mí un poco. Deberías haberme cuidado un poco en lugar de hacerme buscar el dinero rápido. Tú no lo entiendes. Podría haber sido un contrincante. Podría haber sido alguien en lugar de un holgazán, que es lo que soy. Vamos a afrontarlo. Fuiste tú, Charley. Fuiste tú, Charley..."

Título original: Raging Bull
Director: Martin Scorsese
Actores: Robert DeNiro, Joe Pesci, Cathy Moriarty
Año: 1980
Duración: 123 minutos (aproximadamente)
Trailer: http://mymovies.net/player/default.asp?filmid=2501&url=/film/fid2501/trailers/trid918/wm/high.asx

Intensa biografía del boxeador Jake La Motta, presentada por el dúo mágico de Martin Scorsese y Robert DeNiro (cuando aún desprendían magia, claro). La película muestra una caída en picado de un hombre violento e incontrolable que hace lo que puede por triunfar y, a la vez, dañarse a sí mismo.

En un delicado momento de su vida Scorsese decidió rodarla en blanco y negro, lo que acabó aportando más dramatismo y solemnidad a la obra. Con unos combates de boxeo de una crudeza y realidad nunca vistos antes en una pantalla de cine, sin olvidar que fue realizada gracias al espectacular éxito de Rocky, la violencia desplegada por La Motta en el ring no cesaba cuando se quitaba los guantes...

Pero no son los combates ni el triste drama que era la vida de La Motta ni la dirección de Scorsese lo más destacable del film, sino la interpretación de Robert DeNiro que le valió un Oscar (por aquellos días un Oscar aún significaba algo). Nariz rota, musculatura, gestos rudos, engordar 60 libras... Todo lo que hizo falta lo hizo DeNiro, demostrando la pasión que sentía por la película (fue de los que más le insistió a Scorsese para que la rodara).

También es meritoria la labor de los secundarios, encabezados por Joe Pesci y Cathy Moriarty, con los que el espectador puede sentir el hecho de que todo el que estuviera cerca de La Motta acababa sufriendo como si el hombre nunca supiese cómo bajarse del ring...

La historia de un perdedor condenado a caer por su propia mano, muy bien dirigida e interpretada por un director y un actor en estado de gracia.

jueves, 28 de junio de 2007

Doom Patrol


Cliff: No sé qué decir. Todo esto me parece una locura.
Caulder: Creía que te gustaban las locuras. Me dijiste que así mantienes la mente ocupada.
Cliff: No, no me quejo. Pero a veces me gustaría evitar un atraco a un banco o capturar a una mente criminal. Ya sabes, como los supertipos normales...
Caulder: ¡Tonterías, Cliff! Es esencial que dejemos tareas tan pusilánimes a los cretinos musculosos que disfrutan con ellas. Nuestro trabajo es importante.

Editorial: Planeta DeAgostini
PVP: 3,5 € cada uno.
Guión: Grant Morrison
Dibujo: Richard Case
Entintado: Varios

Finaliza este mes (en su número 20) la recopilación mensual de la Patrulla Condenada guionizada por Grant Morrison. No hay ninguna saga en concreto o número determinado en el que centrarse porque toda la obra es rara como ella sola. Desde los rallantes Hombres-Tijera hasta el extraño Hacedor de Velas, pasando por el inconmensurable Mr. Nadie o el ridículo pero poderoso Yankie Doodle, todos los números forman un viaje hacia ninguna parte. Un correcto Richard Case hace lo que puede por reflejar en las páginas los guiones paridos por la mente enferma del señor Morrison. Y menudos guiones...

La lucha de unos inadaptados contra la irracionalidad que intenta acabar con el mundo es una de las experiencias más fascinantes que he tenido el placer de leer. Cuando finaliza una saga acabas más mareado y desorientado que al final de una noche donde la absenta ha hecho estragos en tus neuronas, pero con la extraña sensación de que lo que te han contado tiene sentido, aunque no acabes de entenderlo. Es ese raro sentimiento lo que me fascina de estos cómics, lo que los separa de una fantasmada sin sentido (aunque muchos opinen que no es más que eso, una fantasmada sin sentido).

No se si es mi mente enferma o el exceso de alcohol en sangre, pero los personajes que están medio cómic diciendo cosas sin sentido se convierten, tras una segunda (o tercera) lectura , en auténticos profetas de pensamiento alternativo e ideología New Age. Y las aventuras bizarras en las que se meten los protagonistas, capaces de hacer enloquecer al más lúcido de ellos, se convierten en asombrosas realidades que nadie puede demostrar que no existan... Aunque tampoco se limitan estos cómics a mostrar tesis filosóficas ni psicoanálisis profundos, si hay que darse de ostias contra arquetipos del ser humano o manifestaciones físicas de los miedos más profundos del subconsciente, ahí van Robotman, Rebis y Crazy Jane para reventarlos. En definitiva, algo que nunca había visto en un cómic y que me temo no volveré a ver.

Posiblemente el trabajo más personal de Grant Morrison. Lo mejor es leerse los tres o cuatro primeros números y ver si te gusta o no (más que nada porque las cosas alcanzan niveles de delirio aún peores en cuanto se avanza en la numeración...). Es una de esas pocas obras en las que de verdad se puede aplicar eso de "puede gustarte o no, pero seguro que no te deja indiferente". A mi me gustó, sí, y no me dejó nada indiferente. Si pensabas que los números de Morrison de New X-Men eran raros, es porque no has visto lo que hizo con La Patrulla Condenada...

Psicosis


Norman: Bueno, es algo más que un pasatiempo. Un pasatiempo es matar el tiempo sin llenarlo.
Marion: ¿Y el suyo está vacío?
Norman: Verá, llevo los libros, cuido las habitaciones, la casa. Bueno, solo hago lo que mi madre me permite.
Marion: ¿No tiene usted amigos?
Norman: El mejor amigo para un muchacho es su madre. ¿ Usted no ha tenido un momento vacío en toda su vida?

Título original: Psycho
Director: Alfred Hitchcock
Actores: Anthony Perkins, Vera Miles, John Gavin, Martin Balsam, John McIntire, Janet Leigh
Año: 1960
Duración: 104 minutos (aproximadamente)
Trailer: http://www.movie-list.com/p/psycho1960.html

Espectacular muestra de la maestría de Alfred Hitchcock para enredar al pobre espectador. Rodada en glorioso blanco y negro, los primeros momentos de la película nos muestran el crimen que comete una persona normal y corriente, Marion Crane, para acabar con el misterio y la intriga que se inicia cuando la pobre mujer se para en el motel regentado por Norman Bates...

Como le gusta a Hitchcock: un comienzo tranquilo y pausado para acabar dando un vertiginoso giro de 180º y dejar al público sentado en la butaca. Llena de escenas ya míticas en la historia del cine (el apuñalamiento en la ducha, las zancadas de la madre con el cuchillo en la mano, los planos de la tenebrosa casa con la luz de la habitación encendida o el mismísimo final...) y con un tema demasiado explotado en la actualidad (el de psicópata bastante demente), le entran ganas a uno de poder viajar en el tiempo para ver la reacción de la gente inocente que fue en 1960 a ver esta película; hoy en día estamos insensibilizados por culpa de Freddys, Jasons, Myers o Saws, pero en 1960 nadie estaba preparado para la familia Bates...

Fue una de esas ocasiones en que se juntó todo: Hitchcock con ganas de asustar, una música inquietante (el propio Hitchcock decía que no sería lo mismo sin esa banda sonora), un Anthony Perkins actuando de manera soberbia (papel que marcaría el resto de su carrera, por cierto) y un público que ignoraba lo que iba a pasar...

Es una de esas películas que hay que ver, y además de verdad...

The Authority


Swift: ¿A cuánta gente crees que matamos?
Hawksmoor: ¿Cuánta gente habría muerto si no hubiésemos estado aquí? No es una gran respuesta, lo sé, pero es la mejor que tenemos. Hemos salvado más gente de la que hemos matado.

Editorial: Norma Cómics
PVP:
26 €
Fecha: Julio del 2006
Guión: Warren Ellis
Dibujo:
Bryan Hitch
Entintado:
Paul Neary

Muy buena (y oportuna, ya que Norma se quedó sin la mayoría de colecciones de DC) recopilación de los primeros 12 números de una colección que significa el primer soplo de aire fresco en el cómic de superhéroes después de muchos años de copias baratas: The Authority. Con un Warren Ellis resuelto a contarnos una carnicería tras otra y un Bryan Hitch que empieza a desmarcarse de sus "influencias" de Alan Davis, los héroes de este grupo están decididos a cambiar las cosas de verdad, aunque eso signifique situarse sobre los gobiernos establecidos. Invasión tras invasión vemos los esfuerzos de The Authority para salvar el mundo (a pesar de sí mismo). Repleto de violencia y chistes fáciles, el señor Ellis no deja pasar la oportunidad de criticar lo que es políticamente correcto hoy en día de una forma brillante. Y tampoco hay que olvidar el buen hacer de Bryan Hitch, que para muchos llega a superar a Alan Davis en estas páginas, con devastaciones a gran escala y unos enfoques cinematográficos espectaculares pero que a la vez permiten seguir la acción sin ninguna clase de distracción (a menos que te quedes contando los pedazos de Big Ben que salen volando o cosas así...).

Representa el cómic de superhéroes llevado al exceso: enfoque cinematográfico, exageraciones realizadas a propósito, destrucción masiva (de verdad) y espectacularidad por los cuatro costados. Resultó todo un éxito y una revolución (algunos lo comparan con el efecto que produjo en su tiempo Watchmen o el Dark Knight Returns) que no tardó mucho en ser copiada por títulos como Ultimates o (New) X-Men...

La edición de tapa dura se completa con unos cuantos bocetos e ilustraciones de Hitch y una breve biografía de sus autores. Si te perdiste la colección en grapa, no deberías dejar pasar esta oportunidad...