viernes, 6 de marzo de 2009

Punisher vs Bullseye

Bullseye: Necesito la mitad del dinero ahora: Doscientos cincuenta mil.
Nico: Ni hablar.
Bullseye: ¿Disculpa?
Nico: Hemos corrido la voz por toda la ciudad. Un montón de tipos están intentando embolsarse el cheque del Castigador, tal vez antes que tú.
Bullseye: En realidad, no has corrido la voz por toda la ciudad. Ese abogado sólo tuvo tiempo de decirme a mí lo del contrato del Castigador antes de que... muriera horriblemente. Pero, mira, tienes suerte: estoy aquí. Y QUIERO MI DINERO.


Editorial: Panini
PVP: 10,75 €
Páginas: 120
Guión: Daniel Way
Dibujo: Steve Dillon

Como ya anuncié en la primera serie limitada del gran Bullseye con el mismo equipo creativo: CUIDADO, aquí no vas a encontrar la octava maravilla del mundo ni una historia trascendental planeada por Alan Moore. El guión es de alguien capaz de clonar al Grath Ennis humorístico de sus primeros números de Punisher y los dibujos de un más que digno "alumno" de Kevin Maguire, así que ya sabes a lo que atenerte (o dejar de leer ya).

Ha llegado el momento de que dos de los más grandes psicópatas se enfrenten. Frank Castle es El Castigador, un homicida peligroso empeñado en eliminar a todos los criminales que encuentre. Bullseye es un psicópata con una puntería impecable, capaz de matar a quien sea con el objeto más insignificante en el que puedas pensar. Una familia mafiosa venida a menos ha decidido poner, como muchas otras en el pasado, precio a la cabeza del Castigador. ¿Por qué esta vez debería ser diferente? Porqué esta vez Bullseye está interesado en el dinero, y Frank Castle descubrirá lo peligroso que puede ser un avioncito de papel...

Lo prometido es deuda, y aquí tenemos la lucha de titanes que nos dibujará varias sonrisas en la cara siempre que dsfrutaras con el breve encuentro que ya tuvieron los personajes en Bullseye: Grandes Éxitos. De nuevo Way nos sorprende con un cómic ligero y sin pretensiones. Explosiones, risas, gracias, tiros y Bullseye en un combate de lujo. Nada que añadir. Y todo presentado por Steve Dillon y sus expresiones faciales características y, por supuesto, es una gozada volverle a ver dibujar al Castigador con su escaso pero efectivo repertorio facial: enfadado, cabreado y "vas a morir de forma horrible". Y, por supuesto, descubriremos nuevos aspectos de Bullseye. Por ejemplo, que si le caes bien puede regalarte los objetos más variopintos. Y que, a pesar de estar totalmente loco, es capaz de plantarle cara a uno de los más curtidos veteranos de Marvel.

¿Conseguirá Frank matar a Bullseye? Por supuesto que no. ¿Eliminará Bullseye a Frank? Bueno, antes de leer el cómic tambien sabemos que no. ¿Habrá bajas civiles? Sí, claro. ¿Habrá bajas de mafiosos? Pues tambien. Pero lo importante no son las respuestas que ya se saben antes de empezar a leer, sino el buen rato que se puede llegar a pasar leyendo una historia divertida ilustrada por un dibujante con un estilo peculiar. Nada sobre lo que reflexionar durante horas ni que cambie nuestra percepción de la realidad, un mero entretenimiento de los que se agradecen en ocasiones.

Thunderbolts

Bullseye: ¿Sabes lo que digo? Cada vez que mato a alguien me siento más cerca de Dios. Él crea y yo destruyo. ¿Y si eso me convierte también en dios?
Norman Osborn: Guardia, creo que no pasará nada si el señor Bullseye está otras 24 horas sin poder ir al servicio, ¿no cree?
Guardia: Sí, señor.

Editorial: Panini
Guión: Warren Ellis
Dibujo: Mike Deodato Jr.

Cuando se supo que elementos del calibre de Bullseye y Veneno iban a formar parte de los Thunderbolts, pensé que sólo era la última de las cagadas que derivan de la Guerra Civil de Marvel. Pero luego me enteré de que Warren Ellis estaba por allí y decidí darle una oportunidad... Y el resultado es que soy un converso convencido de los Thunderbolts de Ellis. Los antiguos Thunderbolts eran villanos de tercera que, hartos de llevarse palizas, decidían ser buenos para que no les pegaran cada dos por tres; los Thunderbolts de Ellis son un atajo de cabrones que cumplen con sus órdenes porque no tienen más remedio o porque les conviene (una suculenta paga o una buena sacudida eléctrica son las alternativas). Los Thunderbolts de Ellis no son un equipo, son un puñado de psicópatas y asesinos obligados a obedecer. Los Thunderbolts de Ellis... me encantan.
Pero empecemos por el principio. Estos Thunderbolts tienen un director: Norman Osborn. Sí, el Duende Verde que le hacía la vida imposible a Spiderman ha vuelto, aparentemente reformado y redimido ante el ojo público (y bajo medicación para que no tenga... pensamientos "verdes"). Por supuesto, sigue tan loco y psicótico como siempre, pero lo disimula en público. La alineación la forman un chino radiactivo, la líder de los antiguos Thunderbolts, una psiquiatra con poderes que no dudará en... alterar la medicación de Osborn, el hijo de un nazi que tiene su espada forrada con la piel de su hermana muerta, el antiguo Escorpión con un traje simbionte alienígena con intenciones caníbales, el encantador psicópata Bullseye y un antiguo héroe que para usar sus poderes ha de hacerse daño (mucho).

Junta a estos personajes bajo la batuta de uno de los guionistas más brillantes de la actualidad, y tendrás como resultado un cómic capaz de voltear el concepto de "superhéroe" como pocas veces se ha visto. Manipulación mediática, villanos haciendo el papel de héroes y mucho dolor para los que se crucen con ellos. Y, por supuesto, tambien risas y humor (negro). El eficiente dibujo de Deodato acompaña a la perfección los guiones de Ellis, desde la vida carcelaria que llevan nuestros "héroes" hasta las luchas sanguinarias y sucias que libran para capturar a los seres con poderes no registrados, a los que Ellis ha rescatado de los rincones más olvidados de Marvel (La Araña de Acero, Jack Flag, Águila Americana...) para que participen en la carnicería. Pero no sólo de acciones sangrientas e injusticias se alimenta la trama, sino que tambien tendremos el dudoso placer de acercarnos a algunas de las mentes más perturbadas del equipo... La serie se complementa con algunos números autoconclusivos realizados por otros autores, en las que hay curiosidades como Bullseye ejerciendo de líder de campo o Norman Osborn arreglando asuntos pendientes.

Una de las colecciones más originales y oscuras que ha dado Marvel en estos tiempos de bajón creativo (debe ser lo único bueno que ha salido de Civil War...), una experiencia inolvidable cuyo fin ya está cerca porque Warren Ellis (alias "culo inquieto") ya ha anunciado su marcha de la serie y Bendis ha decidido copiar su creación, aunque esto será otra historia. Si te atreves a iniciar esta lectura descubrirás que no sólo odias a los Thunderbolts de Norman Osborn, sino que tambien los quieres (aunque sea un poco)...