Bullseye: Necesito la mitad del dinero ahora: Doscientos cincuenta mil.
Nico: Ni hablar.
Bullseye: ¿Disculpa?
Nico: Hemos corrido la voz por toda la ciudad. Un montón de tipos están intentando embolsarse el cheque del Castigador, tal vez antes que tú.
Bullseye: En realidad, no has corrido la voz por toda la ciudad. Ese abogado sólo tuvo tiempo de decirme a mí lo del contrato del Castigador antes de que... muriera horriblemente. Pero, mira, tienes suerte: estoy aquí. Y QUIERO MI DINERO.
Editorial: Panini
PVP: 10,75 €
Páginas: 120
Guión: Daniel Way
Dibujo: Steve Dillon
Como ya anuncié en la primera serie limitada del gran Bullseye con el mismo equipo creativo: CUIDADO, aquí no vas a encontrar la octava maravilla del mundo ni una historia trascendental planeada por Alan Moore. El guión es de alguien capaz de clonar al Grath Ennis humorístico de sus primeros números de Punisher y los dibujos de un más que digno "alumno" de Kevin Maguire, así que ya sabes a lo que atenerte (o dejar de leer ya).
Ha llegado el momento de que dos de los más grandes psicópatas se enfrenten. Frank Castle es El Castigador, un homicida peligroso empeñado en eliminar a todos los criminales que encuentre. Bullseye es un psicópata con una puntería impecable, capaz de matar a quien sea con el objeto más insignificante en el que puedas pensar. Una familia mafiosa venida a menos ha decidido poner, como muchas otras en el pasado, precio a la cabeza del Castigador. ¿Por qué esta vez debería ser diferente? Porqué esta vez Bullseye está interesado en el dinero, y Frank Castle descubrirá lo peligroso que puede ser un avioncito de papel...
Lo prometido es deuda, y aquí tenemos la lucha de titanes que nos dibujará varias sonrisas en la cara siempre que dsfrutaras con el breve encuentro que ya tuvieron los personajes en Bullseye: Grandes Éxitos. De nuevo Way nos sorprende con un cómic ligero y sin pretensiones. Explosiones, risas, gracias, tiros y Bullseye en un combate de lujo. Nada que añadir. Y todo presentado por Steve Dillon y sus expresiones faciales características y, por supuesto, es una gozada volverle a ver dibujar al Castigador con su escaso pero efectivo repertorio facial: enfadado, cabreado y "vas a morir de forma horrible". Y, por supuesto, descubriremos nuevos aspectos de Bullseye. Por ejemplo, que si le caes bien puede regalarte los objetos más variopintos. Y que, a pesar de estar totalmente loco, es capaz de plantarle cara a uno de los más curtidos veteranos de Marvel.
¿Conseguirá Frank matar a Bullseye? Por supuesto que no. ¿Eliminará Bullseye a Frank? Bueno, antes de leer el cómic tambien sabemos que no. ¿Habrá bajas civiles? Sí, claro. ¿Habrá bajas de mafiosos? Pues tambien. Pero lo importante no son las respuestas que ya se saben antes de empezar a leer, sino el buen rato que se puede llegar a pasar leyendo una historia divertida ilustrada por un dibujante con un estilo peculiar. Nada sobre lo que reflexionar durante horas ni que cambie nuestra percepción de la realidad, un mero entretenimiento de los que se agradecen en ocasiones.