miércoles, 9 de septiembre de 2009

No es HEAT 2 (o Enemigos Públicos)


El director Michael Mann, un criminal muy buscado, un agente de la ley obsesionado con cazarlo y dos actores afamados; lo primero que viene a la mente es que el espectacular director de HEAT va a repetir el éxito con el que reunió a DeNiro y Pacino, pero tras los primeros veinte minutos el espectador se dará cuenta de que estaba bastante equivocado...

En esta ocasión el director no nos presenta el duelo épico y a todos los niveles que nos ofreció en HEAT sino una especie de documental sobre las acciones de Dillinger (creo que los expertos lo llaman "biopic") y un retrato de la sociedad americana de la depresión, donde un personaje como él sólo podría ser tratado como una celebridad. Con un desarrollo de personajes nulo y haciendo gala del siempre polémico estilo de rodar con la cámara en mano, un par de tiroteos espectaculares y ametralladoras que parecen escupir cañonazos nos recuerdan quién es el director. Por cierto, no os asusteis si en algún momento parece que esteis ante un videojuego ya que el señor Mann ha decidido utilizar la cámara digital para rodar este film veraniego.

Depp aprovecha este papel para volver a demostrar a los incrédulos que es un actor y no un especialista en sobreactuación, mientras que Bale se limita a lucir su famosa cara de pared en un papel que tampoco le permite hacer más. Una historia de amor poco creible por culpa de la actriz que hace de novia de Dillinger culmina con la ahorrable y casi ridícula escena final, pero hasta eso se hace más llevadero ya que antes aparece, y por sorpresa, uno de los mejores de la película: ¡¿Clark Gable?!

El resultado es más pobre de lo que se esperaba, tal vez debido a las espectativas con las que se pensaba en el título. Aún así, esta reunión veraniega de dos actores punteros es de lo mejor que se puede ver estos días en el cine (algo no muy difícil, visto lo que hay en cartelera)...