jueves, 17 de abril de 2014

Doctor Sueño

 
 La mujer de la habitación 217 estaba allí, como él ya sabía. Estaba sentada en la taza del váter, con las piernas abiertas y unos enormes muslos pálidos. Sus pechos, de un tono verdoso, pendían como globos desinflados. La mata de vello bajo el estómago era gris y también sus ojos, que parecían espejos de acero. La mujer vio al muchacho y sus labios se estiraron en una mueca burlona.


Hacía tiempo que no leía un libro del señor King y, sin ser un experto, siempre he considerado que las más de mil páginas de It es la mejor obra que he leído de este prolífico escritor. Este Doctor Sueño, continuación tardía de El Resplandor, me llegó en forma de inevitable regalo navideño y, como muchos otros, el saber que era una continuación me daba bastante repelús. Pero como era un regalo y, a pesar de lo que diga alguna gente, la lectura de un libro de Stephen King siempre me ha entretenido, decidí darle una oportunidad...

Este libro nos narra las peripecias de un Danny Torrance ya adulto, el que fuera en otros tiempos el niño de El Resplandor. Ya sea por intentar anular sus "habilidades" o por herencia de su padre, Danny se ha convertido en un alcohólico como su alterado padre. Haciendo gala de un gran conocimiento sobre Alcohólicos Anónimos (no sé si por experiencia propia o por cercanía con alguno), King nos narra con crudeza la vida de una persona destrozada por el alcohol, adicta y acosada por su pasado. La parte sobrenatural no se descuida, ya que asistimos al nacimiento de una extraña niña superdotada, llamada Abra, y el peculiar comportamiento de un grupo de extraños seres que viaja por toda América en caravanas alimentándose de la gente que tiene "el resplandor", El Nudo Verdadero. Con estos elementos, Stephen King elabora una historia que mezcla la búsqueda de redención de Danny, la vida de Abra, la maldad de El Nudo Verdadero y las inevitables referencias a El Resplandor, consiguiendo que el lector se entretenga a lo largo de sus casi 600 páginas.

Como ya he comentado, las pocas obras que he leído de King siempre me han entretenido (It, La Mitad Oscura, Misery y Los Ojos del Dragón, que recuerde ahora mismo), y tengo que reconocer que este Doctor Sueño también lo ha hecho. Es más, coincidiendo con un accidente que me dejó el brazo inutilizado un par de semanas, estuve aguantando las seiscientas páginas con una mano y en una posición bastante incómoda por no poder parar de leer el tramo final de la historia. Da igual que los malos parezcan tontos, que sepas que Danny acabará por superar su alcoholismo y convertirse en el héroe de la historia o que nunca vaya a superar al libro original: las situaciones que propone King son lo suficientemente interesantes como para que siempre tengas ganas de leer una página más, de saber qué ocurrirá a continuación y, en definitiva, de seguir leyendo el libro.

Por último, debo confesar que nunca he leído El Resplandor. Sólo he visto y admirado la obra cinematográfica de Kubrick, en la que King se suele cagar bastante (y en las Notas del Autor de este Doctor Sueño lo sigue haciendo), donde la historia ha sufrido importantes cambios. Aunque Doctor Sueño sea la continuación del libro, sus referencias son lo suficientemente vagas y genéricas como para no ser imprescindible habérselo leído. Sin embargo, ya tengo como objetivo cercano la lectura de El Resplandor (cuando la aparente saga de Arthur Gordon Pym me lo permita, claro). Y que un libro te provoque la necesidad de leer otro, no creo que pueda ser algo negativo...

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